lunes, 25 de octubre de 2010

El Mejor Bar de Tapas de Madrid


Miércoles, 26 de noviembre de 2008. Actualizado a las 19:12 (CET)








RESTAURANTES
La barra de la semana
De ayer y de siempre
Un paraíso del tapeo tradicional: rica oferta, generosas raciones y precios ajustados en la Cervecería La Ría

CERVECERÍA LA RÍA | López de Hoyos, 106 | 91 561 62 59 | Horario: de 7 a 24 h. | No cierra

ÁLVARO LERENA


Durante años, Cervecería La Ría fue un emporio que llegó a contar con 10 establecimientos en Madrid, entre los que servían más de 15.000 mejillones a la semana.
Fundada en 1961 por Lucinio García en la calle Cardenal Cisneros, hoy sólo queda el local de López de Hoyos, en el popular barrio de 'la Prospe'.
Al frente está la segunda generación, representada por sus hijos , que han recogido el testigo de su padre.
Fieles a la idea original, encontramos una tasca que podría pasar inadvertida para el transeúnte, porque la imagen externa difiere muy poco de la de cualquier bar de la capital.
Pero no se dejen engañar, a quien traspase la puerta le espera un repertorio de 35 especialidades, servidas en raciones de las de antes.
Picoteo castizo, de toda la vida, pero del bueno y a precios para sobrellevar la crisis.
En un ambiente donde dominan la madera y la piedra encontramos una barra enorme y dos amplios salones para tapear y compartir un género de calidad difícil de igualar.
Desde hace cuatro décadas son famosas sus patatas bravas con la salsa que manda la tradición, así como sus espléndidos mejillones, preparados de siete formas diferentes: al limón, picantes, al ajillo, a la vinagreta, al alioli, con mahonesa o los clásicos tigres.
No hay que dejar de lado la oreja a la plancha ni la tortilla de patata (atención, porque el pincho incluye media), la ensaladilla rusa, los calamares a la romana, el champi a la plancha o al ajillo.

Tampoco los bocadillos ni los suculentos platos combinados.
Para acompañar la manduca, nada más castizo que un botellín, un tercio, una caña de Mahou o un vermú de grifo con sifón.
Un público habitual llena el bar a diario en busca de un refugio dondeatención, calidad, diversidad y buen precio van de la mano.
La cocina no cierra hasta última hora y el aperitivo que se sirve con la bebida es tan generoso como variado.
Para comer: patatas bravas, mejillones al limón o al ajillo, ensaladilla rusa, oreja a la plancha.
Para beber: caña, botellín de cerveza Mahou, vermú de grifo o sidra.


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